viernes, 15 de junio de 2007

Tribulaciones de un ciclista


En mi recién retomada afición ciclista, me voy dando cuenta de un hecho problemático. Y es que los que vamos en bicicleta molestamos, en todos los sitios. Y todo nos molesta a nosotros. El otro día, y sólo en una sesión de bici, tuve que oír reproches de los peatones (¡por la acera no se va!) y de los conductores (¡id por la acera!). Lo más cómodo y lo que muchos me pueden decir es que vaya por algún carril bici. Es cierto, son lo más cómodo y a priori más seguro, puesto que se supone que son lugares habilitados para las dos ruedas a tracción muscular. Pero hay un problema, y es que a pesar de que en los últimos años se ha incrementado su kilometraje y las zonas que recorren, no los hay en todas partes. Y ocurre también que por delante de mi casa no pasa ninguno y tengo que recorrer algún kilómetro para llegar hasta algún carril bici. ¿Por dónde voy entonces?. En principio procuro ir por calles secundarias e ir por la calzada (menos tráfico, menos riesgo y menos molestia), pero hay algún tramo en el que hay que meterse en alguna gran avenida. Y ahí sí que no me meto y voy por la acera (que, por ser arterias importantes, son anchas). Qué quieren que le haga, prefiero atropellar a ser atropellado, aunque siempre extremo las precauciones.

Cuando llego al carril bici la cosa no es mucho mejor, porque seguramente por venganza, la gente pasea por en medio. Hay señales y bicicletas dibujadas en el suelo, indicando que aquello es para las bicis. Pero no, parejas con cochecitos, patinadores (estos molestan menos), señoras con muletas, gente haciendo footing, incluso alguna moto, todos por el carril bici. Y eso a pesar de que el paseo en algunos tramos sea amplio y haya sitio de sobra para todos. Para colmo, en los tramos en los que el carril bici va junto a la carretera, está "protegido" por unos hermoso pilares metálicos. Es verdad que dan sensación de seguridad, puesto que suponen una barrera entre los coches y los ciclistas, así nadie invade a nadie. Pero seguro que más de uno se ha comido alguno de esos pilares. Me recuerda a la cosa de los motoristas y los quitamiedos (sin llegar a amputaciones, puesto que la velocidad no es la misma, pero el golpe puede ser bueno).

Hay en buena parte de la popblación la concepción de que la bicicleta es algo así como un entretenimiento, una especie de juego. Esta idea viene en parte determinada por el hecho de que una de las cosas que a todo niño se le regala es una bicicleta, y que en los parques se pueden ver muchos pequeños con sus bicis disfrutando. Pero una bicicleta no es un juguete, ni tampoco un deporte en sentido estricto. Se trata de un medio de transporte, es decir, un instrumento que nos sire para ir de un lado a otro, y como tal pueden ir por los mismos sitios que los otros medios (coches, motos, etc.), salvo que alguna señal lo prohiba de forma expresa. Eso implica seguir las normas de circulación (y reconozco que la mayoría de los ciclistas se las salta a la torera) y extremar la precaución. Al hacer carreteras no cuesta mucho poner arcenes anchos para que los ciclistas puedan ir sin estorbar a los coches (también soy conductor y encontrarse con un ciclista molesta un poco), a pesar de que también entiendo que estos arcenes se suelen llenar de piedrecillas y cristales que son un peligro para las ruedas de las bicicletas. En fin, que los propios ciclistas deberían concienciarse un poco más de lo que molestan y del riesgo que corren, y los conductores también. Es pedir peras a un olmo, pero bueno, la próxima vez que salga con mi bici intentaré poner mi granito de arena.

2 comentarios:

Jarttita. dijo...

Bueno, será un medio de transporte...donde no existan cuestas. Porque aquí será un medio de ida, pero de vuelta.....

Johannes A. von Horrach dijo...

Disculpe, amigo, pero se ha metido usted en mi territorio, jajaj, y tengo que decirle que la acera ni tocarla, que la bici es un vehículo (liviano, sí, pero vehículo) y no puede ir por acera.

Conclusión: nadie, ni ciclistas, ni otros vehículos, ni los peatones, nadie respeta las normas.