sábado, 27 de enero de 2007

Trenes


Dicen que hay trenes que sólo pasan una vez en la vida.
El problema es que tú los esperas en el andén 7 y pasan por el 1.

13 comentarios:

Cvalda dijo...

O que llegas tarde a cogerlo...

El Pez Martillo dijo...

...porque hay cola en la taquilla
...o porque la taquillera se entretiene.

Anónimo dijo...

Amigos pez y Cvalda, no será por trenes... por más que uno llegue tarde o que se haya equivocado de andén, siempre termina por pasar otro... puede que tarde más o menos, pero al final pasa; mientras tanto porque en vez de quedarse mirando la vía no nos dedicamos a charlar con el de al lado que también está esperando? o leemos un buen libro, o aprovechamos por llamar por teléfono...

El Pez Martillo dijo...

Musa, inspiradoras palabras. Tiene usted toda la razón. A lo mejor nos ponemos a hablar con la persona de al lado y acabamos pasando de la espera y saliendo de la estación.

Cvalda dijo...

...El problema para mi está en olvidar que dejaste pasar aquel tren...

Johannes A. von Horrach dijo...

Hoy están ustedes muy en plan 'Amélie', o sea, muy moñones (serán esos días del mes). Que sepan que los trenes al doctor Horrach no le recuerdan amores ni pajaritos, sino la pútrida y fangosa muerte. A los trenes asocio siempre las caravanas que los nazis enviaban a los campos de exterminio en Polonia: Belzec, Treblinka, Chelmno, Majdanek, Auschwitz y Sobibor. Eso me pasa por ver películas chungas, como las de Marcel Ophuls o Claude Lanzmann.
Shalom!

Anónimo dijo...

El tren es una imagen que puede evocar diferentes cosas a diferentes personas, ciertamente la imagen del doctor resulta incluso más espeluznante que la del tren que se escapa, en fin, allá cada uno con sus imágenes.
Amiga cvalda, un consejo, no deje escapar la vida pensando en todo lo que ha dejado escapar y piense en todo lo que aún le queda por hacer

El Pez Martillo dijo...

Horrach, para ilustrar la entrada estuve a punto de poner uno de esos trenes de cargamento humano a los que se refiere. Pero en seguida pensé que sería algo demasiado sombrío y poco acorde para lo que pretendía expresar.
Al hablar de trenes y muerte me han venido a la cabeza ciertas escenas de cierto día de marzo.
Hay una imagen que me sugieren los trenes, es algo más bien freudiano, pero no deja de tener su aquél. Es la de los túneles, oscuros y húmedos. En eso de penetrar con el ferrocarril en las profundidades terrestres hay mucho simbolismo (¿O soy yo que tengo la mente demasiado enferma?).

Un saludo a tod@s, y gracias por participar.

El Pez Martillo dijo...

Y puestos en plan moña, ¿qué decir de esas tópicas escenas de despedida a pie de tren?

Anónimo dijo...

Más mítica fue la despedida al pie del avión de Casablanca... un clásico entre clásicos. ¡Eso sí que son transportes! Hélices, motores a reacción... mucho más efectivo que tirar a alguien a las vías del tren.

Anónimo dijo...

A mí los trenes me recuerdan a Barrio Sésamo... la cabecera del programa. Por lo demás, empatizo con el sector moña de los y las comentaristas. Cosas del día (y de los antidepresivos, para qué nos vamos a engañar).

Johannes A. von Horrach dijo...

Pez,
sobre los trenes del 11-M guardo unas imágenes que se difundieron por internet (creo que era una página americana), pero hace mucho tiempo que no las veo, pues son tremendas (cabezas estalladas, cuerpos desgarrados por la explosión, mutilaciones, etc.). Sólo las guardo para no olvidar. Así que otro recuerdo macabro con respecto a los trenes (pobrecillos, si ellos no han hecho nada malo a nadie).

Saludos a todos, especialmente para el sector moña, que cuenta desde hoy con un nuevo, satánico y semítico miembro :-)

El Pez Martillo dijo...

Daniel: cierto lo que me dice, lo que pasa es que hoy en día las despedidas a pie de avión son imposibles (con tanto control y tanta preparación). Al respecto, me ha venido a la cabeza el principio de aquella canción de Ismael Serrano: "Hasta entonces nunca me habían aterrado de esta forma los aeropuertos...".

Dianoia: muy buena la referencia a Barrio Sésamo. Qué recuerdos.

Horrach: seguro que más de uno se alegra de haber perdido esos trenes (de hecho, conozco a alguno que los perdió). Hay trenes que es mejor dejar pasar, que luego acaban contigo.