miércoles, 8 de noviembre de 2006

Tentaciones


"Poder es esa nueva virtud; un pensamiento dominante es, y en torno a él, un alma inteligente: un sol de oro y, en torno a él, la serpiente del conocimiento"
Friedrich Nietzsche, Así habló Zaratustra (De la virtud que hace regalos)

Bien. Tomemos eso de la serpiente del conocimiento. Se me ocurren varios adjetivos que pueden ser atribuidos tanto a la serpiente como al conocimiento: frío, sinuoso, viperino, venenoso, astuto, peligroso... En una palabra: femenino.

Pero también: tentador, atractivo, mágico, independiente, alcanzarlo supone un motivo de alegría (la Gaya Ciencia)... En una palabra: femenino.

No es por casualidad que en la antigüedad se consagrara la sabiduría a una deidad femenina. Porque la Verdad es mujer.

15 comentarios:

Werewolfie dijo...

Caduceos.

Grial: lanzas en ristre, caballeros en busca de hendidura.

Útero-tumba.

Materia-matriz-madre.

Werewolfie dijo...

Lo femenino y sus figuras: tanta complejidad como ambivalencia.

Anónimo dijo...

Lo que no pega ni con serpiente ni, sobre todo, con mujer, es "profundo". Serán astutas, pero no sabias. Ya lo dice el Eclesiastés: "Y hallé que la mujer es más amarga que la muerte y lazo para el corazón, y sus manos, ataduras". 'Más amarga que la muerte', no está nada mal, es chulo. Me han llamado cosas parecidas (mujeres, claro). Sigue:
"Lo que busca mi alma y no lo halla: entre mil hallé un hombre, mas mujer entre todas, ni una hallé". El Qohelet del Eclesiastés era un hombre sabio.

Anónimo dijo...

Nada hay más diferente, nada está tan alejado de la realidad, como la imagen de las mujeres que nos inventamos en nuestras calenturientas cabezotas. Ellas en eso son más listas, pues nos ven a nosotros con mucha más ecuanimidad. Nos comemos demasiado la cabeza.

Werewolfie dijo...

"Ellas" no se aplica a las figuritas -supra, no fui yo-. Son previas a la separación. Hablar de "ellas" como "yo, macho" es hablar de uno mismo, so lirio. Como otea el Dr. Horrach.

Qohelet era óntico, no ontológico, pero la alegría de toda fiesta.

Werewolfie dijo...

Fe de erratas: donde dice "so lirio", debiera decir "mi lirio".

Anónimo dijo...

'No fui yo' ha tenido suerte en la vida: para él las santas; para el doctor H las ctónicas chapetadas.

El Pez Martillo dijo...

Nada más estúpido que pensar lo femenino desde el lado masculino de la existencia. Así no exponemos cómo son, sino cómo las vemos. Pero en última instancia, toda reflexión y acercamiento a eso que llamamos realidad externa (objetividad, otredad, vorhanden...) es un explicitar la visión que tenemos de ello.
Doctor Horrach, con lo de la ecuanimidad lo has clavado: con un "todos sois iguales" lo arreglan todo (lo cual no deja de ser un consuelo, soy igual que Brad Pitt)
En cualquier caso, y pensemos lo que pensemos, conviene tener siempre el látigo a punto.

Anónimo dijo...

El látigo siempre a mano. O el palo, versión sa roqueta ("es palo a sa dona la fa bona"). O el martillo mejor. En el fondo, ellas respetan estas iniciativas. Ya lo decía una que yo me sé: "yo lo que quiero es un hombre que me quiera y que me ponga en mi sitio".
Pero quien sí sabía del tema (de nuestra sobreestimación y de la subestimación con que nos castigan ellas) es el doctor Gónez de la Serna: "lo que pierde a los hombres es pensar que todas las mujeres son diferentes, y lo que las consuela a ellas es pensar que todos los hombres son iguales". Los neuras vs las conformistas.

El Pez Martillo dijo...

Nos subestiman para que las sobreestimemos. ¿No será que a lo mejor es que su estima está por los suelos y necesitan de alguien que las ensalce?. Llevan dominando el mundo desde siempre y no parece que se den cuenta.

Cvalda dijo...

Las mujeres, al igual que los hombres, son muy distintas entre sí, asi que es mejor no generalizar: las habrá sabias, y las habrá estúpidas; unas serán complejas, y otras bien sencillas...El encanto reside en la diferencia.

Werewolfie dijo...

Mi escalera (la misma que no me asoció de impregnar y a día de hoy no ha quitado el papel pintado) me decía que era diferente. Hoy descubro que soy encantadora. I feel cosmo today-ayayay.

Anónimo dijo...

Cvalda (por cierto, no será usted la cvalda del blog de Arcadi Espada, ¿verdad?), dígame si puede el nombre de una filósofa metafísica. Y de una científico nuclear. No puede. Cuanto más abstracto es un trabajo, menos mujeres hay. Pero no es por otra cosa que por las diferencias cerebrales (y hormonales) entre géneros. No se trata de demonizar, pero tampoco hay que mirar a otra parte cuando los datos empíricos contradicen nuestra visión (interpretación-invención) de la realidad.

(si es usted la cvalda arcadiana, un saludo. Y si no lo es, también)

Cvalda dijo...

Diría que no soy esa Cvalda, pero agradezco sus saludos igualmente. Yo, en mi misma, soy una inculta, asi que no podré decirle el nombre de nadie. Eso si, puedo decirle que la mujer, durante siglos y siglos, se ha visto relegada a un segundo plano, por lo que no ha tenido la oportunidad de crecer intelectualmente como el hombre; a lo mejor no quedan grabados sus nombres en la historia, pero la mujer siempre ha estado ahí, y seguirá estando.

Espero que su concepto cambie con los años al ver que esos nombres propios de mujer van saliendo a la luz.

El Pez Martillo dijo...

Para ilustrarnos, y fruto de una sencilla búsqueda en google:

http://www.fmujeresprogresistas.org/visibilidad.htm
(aquí hay toda una serie de listas de mujeres que han destacado en diversos campos del quehacer humano).

http://mailman.uba.ar/pipermail/araca/2004-January/000014.html
(artículo de Umberto Eco titulado "Filosofar en femenino", publicado en el diario argentino La Nación el 4 de enero de 2004).

http://www.cientec.or.cr/equidad/modelos.html
(mujeres premio Nobel)

De todos modos creo que nos hemos salido del tema (aunque agradezco y valoro todas las aportaciones). Empezamos hablando de lo femenino, no de entes particulares femeninos. Pero siguiendo un poco con la desviación, es cierto que somos distintos (como interesante investigación se podría plantear hasta qué punto la evolución cultural ha influido en esas diferencias y en qué modo podría ayudar a atenuarlas o a acentuarlas), y me parecería un error y una discriminación tratar por igual a quien es diferente. Y no es una cuestión de ser mejores o peores, sino de reconocimiento de nosotros y del otro lado.