martes, 15 de agosto de 2006

Giros


Ismael Serrano. Sucede que a veces.

Es sorprendente cómo pueden cambiar las cosas. Llevas una temporada con el ánimo bajo, entre deprimido y cabreado, a disgusto con el mundo, sin encontrarle sentido a nada y sintiéndote a parte de todo. Y de pronto, en menos de 24 horas, te suceden varias cosas que hacen que remontes el vuelo, que te despiertan y consiguen que te alegres y vuelvas a estar dispuesto a comerte el mundo. La vida tiene estas cosas.

Nota hipocondríaca: ¿Y si tengo un trastorno bipolar?

2 comentarios:

Cvalda dijo...

Eso es lo bueno (o malo, según quién lo mire) que tiene la vida, que verdaderamente nos da sorpresas cuando lo necesitamos...Aunque a veces se podría dar un poco más de prisa, jajaja.

P.D. Gracias por la bienvenida; a mi me alegra poder leer de nuevo tu blog :)

El Pez Martillo dijo...

Lo de la prisa es lo de menos. Al fin y al cabo los momentos bajos también forma parte de la vida, y yo, que amo la vida, también debo amarlos a ellos.

PD: encantado de que puedas volver a leer mi blog. Yo seguiré pasándome por el tuyo.