jueves, 29 de junio de 2006

Jimi Hendrix. Red House.

Hace una temporada que mi estado de ánimo sólo me hace disfrutar del blues. Y para ilustrarlo dejo aquí un excelente blues interpretado por Hendrix en el festival de Woodstock:

Para quitarse el sombrero

martes, 27 de junio de 2006

Reacción en cadena


¿Cuántas de mis neuronas murieron mientras ella me rechazaba?¿En qué regiones del cerebro estaban?¿Cuántos recuerdos se llevaron con ellas?¿Eran fundamentales en mi personalidad?¿Hubieran muerto las mismas si ella hubiera pronunciado un "sí"? Muy posiblemente ya no vaya a ser el mismo, porque mi configuración neuronal fue sacudida por un shock emocional, que precipitó la muerte de unas cuantas de mis células nerviosas. Estaban en el filo, manteniéndose en pie con dificultad. Y entonces llegaron esas ondas sonoras asesinas, que hicieron vibrar mi sistema auditivo, provocando un impulso al nervio auditivo. Cuando mis centros conscientes descifraron su significado, una reacción se desató en todo mi cuerpo. La boca del estómago se contrajo, un relámpago de frío me recorrió la espalda, mi frecuencia cardíaca se aceleró, después de un breve parón de apenas un segundo, y mis centros superiores intentaron controlar la musculatura facial para que no pareciera que estaba demasiado afectado. Pero la procesión corría por dentro, invadiendo todos y cada uno de los rincones de mi cuerpo (¿puedo decir con propiedad que es mío?¿puedo hablar de un Yo?). Y las neuronas morían en silencio, sin hacerse notar, del mismo en que vivieron sus vidas.

Tal vez ella se eche atrás y se replatee las cosas (vanas esperanzas, de ilusión también se vive). Y tal vez entonces sea yo el que, conforme a mi nueva configuración provocada por sus palabras, la rechace.

domingo, 25 de junio de 2006

Otra vez no

Hay momentos en que uno se da cuenta de que algo está ocurriendo, que algo se está saliendo de madre. Uno de esos momentos es cuando se empieza a ver a alguien por todas partes. Cualquier persona se puede convertir en ella, y ante la mala interpretación, el corazón da un vuelco. De cada vez más, eso tiendo a interpretarlo como una mala señal. Sobretrodo cuando uno intenta no volver a caer en esas historias. Aunque supongo que cuanto menos quiera uno, más fácil es que ocurra.

sábado, 24 de junio de 2006

En torno a la ciencia

Tal vez debamos recuperar la figura del sabio frente a la del científico

Teóricamente soy de ciencias. Pero mi personalidad insegura y amante de la duda ha hecho que haya perdido la fe hasta en la ciencia. Vamos, que renegué. Y ello hace que, al trabajar en un lugar altamente tecnificado y con unas bases científicas muy sólidas, me sienta un poco traidor. Trabajo en algo que no me acaba de convencer. Es otra más de mis contradicciones. Aunque pensándolo bien, hay que ser muy ingenuo para creerse lo que se hace en un hospital, sobretodo cuando se copnoce cómo se trabaja en estos sitios.

¿Qué queréis que le haga?. La gente que está segura de cualquier cosa me inquieta (porque me parece que, o bien nos quieren engañar, o han sido engañados).

jueves, 22 de junio de 2006

Mis músicas favoritas IV. Javier Krahe


"Confesaré que cuando hay luna llena

me hago mujer
y me convierto en la tía más buena
de Santander."

Javier Krahe es, sin duda, uno de los mejores cantautores españoles. También es uno de los más desconocidos, en parte por voluntad propia. No se prodiga mucho por los medios, y tampoco es que se desviva en sus giras (un dato curiosos: en verano se niega a actuar, sólo hace conciertos en invierno, dedicando los veranos a no hacer nada). Sus actuaciones se realizan en pequeños locales, la mayuor parte de ellos bares, y sólo lleva dos músicos con él. Él va a su ritmo y no se vende a los intereses de la industria discográfica, lo cual le resta posibilidades de acceder a las mayorías. No obstante, hubo una época, allá por los primeros 80, en que fue más o menos conocido, ya que colaboraba en algún programa de televisión, y también gracias a la fama que adquirieron sus actuaciones en el bar La Mandrágora en Madrid, junto a Alberto Perez y Joaquín Sabina. De esta colaboración surgió un disco, de título La Mandrágora, que merece estar situado entre los mejores discos editados en España. A partir de aquí empezó el "ascenso" y sus colaboraciones en televisión. Pero todo lo que sube baja, y en 1986, en un concierto televisado de Joaquín Sabina en el que colaboró, se las tuvo que ver con uno de los episodios de censura que acumulamos en esta estupenda democracia. El caso es que se puso a cantar una canción en contra del gobierno de Felipe González y de su actuación en el referéndum de la OTAN (donde, para quien no lo sepa, ganó el No, pero el gobierno dijo que Sí). Al empezar a cantar, la televisión pasó a publicidad. A partir de ahí se le empezó a hacer el vacío y sus popularidad decayó. A pesar de ello siguió trabajando y sacando discos, y desde finales de los 90 está resurgiendo (si bien continúa siendo minoritario).

Sus letras rezuman ironía, sorna y cinismo. Sus temas favoritos son los relatos de amor (que es más bien desamor) de un seductor empedernido que nos cuenta sus (supuestos) ligues. También le gusta meterse con lo más sagrado, haciendo aparecer en sus canciones curas, santos, políticos y demás fauna "trascendental". También, como no, las cuestiones sexuales, que son el recurso más fácil para hacer humor. Las letras son perfectas, con verso a veces un poco barroco, pero muy efectivo. A veces usa palabras poco corrientes, y expresiones muy castizas, pero lo cierto es que clava las rimas, y todo con extrema corrección lingüística. Es más un poeta que un cantante (su música no es la mejor del mundo, y su forma de cantar deja mucho que desear, pero las letras compensan estas carencias con creces), y un poeta al estilo clásico (he leído por ahí que se lo compara con Quevedo). De todos modos, es altamente recomendable si queréis escuchar letras inteligentes y echaros unas risas, que nunca viene mal.

Discografía: Valle de lágrimas (1980), La Mandrágora (1981), Aparejo de fortuna (1984), Corral de cuernos (1985), Haz lo que quieras (1987), Elíjeme (1988), Sacrificio de dama(1993), Versos de tornillo (1997), Dolor de garganta (1999), Cábalas y cicatrices (2002, éste es mi favorito, en directo), Cinturón negro de karaoke (2006).

Canciones destacadas: Antípodas, Mi mano en pena, Alta velocidad, Piero della Francesca, Vecinadario, Un burdo rumor, La perversa Leonor, San Cucufato, Los caminos del señor, Huevos de corral, No todo va a ser follar...

Aquí os dejo un par de tapas musicales para abrir vuestro apetito:

Vecindario


Piero della Francesca

domingo, 18 de junio de 2006

Reflexiones dominicales


Otro artículo de Matías Vallés, aparecido hoy en Diario de Mallorca, un montón de frases para pensar, paradójicas, irónicas, más serias de lo que parecen:

Lo que no ha ocurrido es más fácil de explicar

Pensamos poco, esporádicamente. De esas esporas y esas raíces surgen las truculentas reflexiones dominicales. Hoy nos han inundado la página, desde el desagüe que ocupan habitualmente. Ninguna de ellas se refiere a la actualidad, que definimos como aquello que nos sucede a todos. Por tanto, percuten en lugares distintos del alma individual. El periódico nos separa en lugar de unirnos. Le prestamos un hueco a la introspección que, bien mirado, es la fórmula ideal para reencontrarse con los demás.

Reflexión dominical pedestre: "Siempre tuvo los pies en el suelo, al lado de la cabeza".
Justificada: "Lo que no ha ocurrido es más fácil de explicar".

Despedida: "Si dijéramos adiós al principio de la relación, el resto sería un regalo".

Intensa: "Vivir cada día como si fuera el último aumenta las probabilidades de que lo sea".

Entregada: "Olvidar exige dedicación exclusiva".

Lamentable: "Aprovecha para quejarte de la vida, ya te quejarás de la muerte al otro lado".


Pertinente: "El secreto del amor no es poseer a alguien, sino pertenecer a alguien".

Engañosa: "Engañar siempre es engañarse".

Fricativa: "No puedes odiar a quien ves con cierta frecuencia, ni amar a quien ves con demasiada frecuencia".


Braquial: "¿Tenía Santa Teresa un brazo corrupto?"


Conyugal: "Su amante le dejó por su esposa".

Reconfortante: "Las personas más inteligentes son las que piensan lo mismo que nosotros".

Líquida: "Los alcohólicos siempre ven la botella medio vacía".


Sensitiva: "La realidad es sensacionalista".


Exteriorizada: "Somos objetivos de puertas afuera".


Gangosa: "Tener muchas ganas es el mayor enemigo de hacer lo que te da la gana".


Divina: "Decía que no creía en Dios como si a Dios le importara".


Amorosa: "Libertad es quedarse sin amos y sin esclavos".

Asombrada: "Nadie consigue estar a la altura de sus admiradores".

Volátil: "Orgullo de la gaviota, porque sabe que nosotros no podemos volar".


Fina: "Lo finito envuelve a lo infinito".


Voluble: "Sólo las convicciones hacen respirable un mundo construido sin ellas".


Ocular: "El ojo no fue hecho para ver, la visión fue hecha para el ojo".


Pacífica: "Perdía la impaciencia con mucha facilidad".

Especulativa: "El espejo sólo reproduce correctamente a las personas bellas".

Anegada: "La admiración asfixia la provocación".

Paralizada: "La línea recta es inmóvil".


Capital: "Si yo pusiera precio a mi cabeza, sacaría un buen precio".


Envidiable: "Nunca envidió a nadie, pero no soportaba que le pagaran con la misma moneda".


Rasante: "La democracia iguala el acceso a la aristocracia".


Fidedigna: "En el suicida no asombra tanto la desconfianza en la vida como la fe en la muerte".

Asesina: "Para condenar el Holocausto, la pantalla se llena de Hitler".

Doctrinaria: "Hay doctrinas aceptables, hasta que escuchas a sus defensores".

Donjuanesca: "No podía conquistar a cualquier mujer, pero podía conseguir que cualquier mujer le abandonara".

Creativa: "Quien no crea, cree".


Creyente: "Le creí, hasta que se explicó".


Colindante: "Creer está más cerca de croar que de crear".

Entretenida: "Disfrutó hasta que su juguete se cansó de él".

Reactiva: "No le di oportunidad de rechazarme".


Aprensiva: "De él sólo aprendió a no quererle".


Universal: "El misterio del Universo consiste en que no aporte ni una sola pista sobre su esencia".

Notarial: "Hay políticos que son corruptos aunque lo parezcan".

Hermoseada: "La belleza está en el ojo de quien la padece".

Lectora: "Hay que leer filosofía para que no te engañen los filósofos, y así sucesivamente (ciencia, historia,...)".


Alterna: "Ninguno de los pensadores que consideran absurda la existencia ha propuesto una alternativa razonable".


Cognoscitiva: "El sabio conoce, el genio reconoce".


Deferente: "La indiferencia no me deja indiferente".


Transplantada: "Persona es el ser vivo que desea estar en otra parte".


Transfinita: "Los infinitos números que hay entre dos y tres nunca serán mayores que cuatro".


Despejada: "Los espejos maltratan a las personas desagraciadas".


Budista: "Es más difícil creer en Dios que creer que Dios eres tú".


Artística: "El artista es el ser humano que tiene tiempo".


Omnicomprensiva: "Para comprender, hay que diferenciar".


Sobrecogedora: "El Universo tampoco comprende los misterios del Universo".

Principal: "No hay que malgastar los principios en los asuntos de cada día".

Esperanzada: "Lo mejor está todavía por llegar, pero será mucho más breve".

Plañidera: "El cómico que fue llorado por más gente de la que se había reído con él".


Celosa: "Aquel escritor sentía que su obra le restaba protagonismo".


Prodigiosa: "Que ella no te quiera también es un milagro".


Increíble: "Si no creen tus mentiras, no eres un mentiroso; si te las crees tú, tampoco".


Unificada: "Uno más uno es uno, salvo que el primer uno sea distinto del segundo".

Eficiente: "Nada es, todo se hace".


Clave: "Esta frase es una llave que debe abrir tus puertas".

sábado, 17 de junio de 2006

Gelassenheit


El filósofo alemán Martin Heidegger pronunció en el año 1955 una conferencia con este título. La traducción al castellano vendría a ser algo así como Serenidad. En esta conferencia, Heidegger hablaba de la técnica y de cómo la humanidad se estaba entregando demasiado a ella, corriendo el riesgo que quedar a merced de ella, reducida a un mero instrumento en manos de las tecnologías. De este modo, todo quedaría sometido a un mero cálculo, quedando así en el olvido lo que es más propio del ser humano, que según él es el pensamiento reflexionante (el que no va más allá de sí mismo y que toma a las cosas en su esencia, sin entrar en cuentiones de finalidades). Como defensa frente a este peligro, el alemán propugna esa Serenidad, que define como un decir sí y a la vez decir no a la técnica. Se trataría de reconocer las utilidades que ésta nos reporta, pero siendo conscientes de que las tecnologías no son más que un mero instrumento. De este modo nos mantendríamos en pie ante ellas, usándolas pero sabiendo que en cualquier momento podemos prescindir de ellas (de hecho, como ejercicio práctico, tenemos que prescindir de ellas de tanto en tanto). Esta es la receta para no convertirnos en esclavos de la técnica y el modo de pensar técnico (el que se pregunta por los medios para conseguir determinados fines).

Esto, que en principio se dijo para la técnica, se puede extender a todos los campos de la vida, llegando a un estado sereno ante todo lo que nos rodea, ante el mundo. Saber que estamos en él, pero que en última instancia nos es ajeno, como si no fuera con nosotros. Esta sería la base de la Serenidad ante el mundo.

Lo digo porque estoy harto de ver gente enfadada, de ver gestos grandilocuentes y de indignación por todas partes. Y todos, todos le dan la culpa a los demás, cuando es evidente que los que se enfadan son ellos, y que en ellos está la llave de su enfado. Y así, lo único que hacen es estar a merced de los estímulos externos, son esclavos del mundo. Lógicamente, esto no debe significar la más pura inacción, sino sólo un llamado al autocontrol, a la serenidad. Tal vez las cosas salgan mejor si se hacen tranquilamente y mediante la reflexión que llevados por impulsos. El mundo está ahí, y hemos de movilizarnos por él, pero tranquilamente. Nos hacen falta grandes dosis de estoicismo y de gelassenheit para movernos por él. Es, posiblemente, la forma más humana de hacerlo.

viernes, 16 de junio de 2006

De luto


De un tiempo a esta parte me han llegado dos malas noticias. Se trata de dos locales nocturnos a los que me había convertido en asiduo y que cierran con muy poco tiempo de diferencia. Nunca he sido una persona muy dada a salir de noche, entre otras cosas porque no acabo de encontrar locales en los que me sienta a gusto (es lo que tiene ser raro y estar en una ciudad de provincias), pero había encontrado estos dos tesoros. Uno de ellos se llama(ba) Cultura Club, y era un sitio muy amplio en el que por la tarde se proyectaban películas o se hacían exposiciones, pero que por la noche se animaba con djs que tocaban distintas clases de música (he oído hip hop, alternativa y una cosa inclasificable, entre techno y música industrial, no sabría decir). El ambiente era muy heterogéneo, y te podías encontrar desde la típica niña pija más propia de los locales con música de moda, hasta al rastafari, pasando por el alternativo o el poeta-bohemio. Me gustaba esta diversidad. No hace falta decir que alguna de las mejores marchas de los últimos tiempos las he vivido en este sitio.

El otro local es un bareto que está a apenas dos manzanas del Cultura Club. Se llama Es Carreró (el callejón en mallorquín), y es el que más me duele que cierren. La de pomadas que me he tomado allí (la pomada es una bebida típica de menorca, que consiste en mezclar ginebra menorquina y limonada, muy típico ahora que se acerca San Juan), en buena compañía y con muy buena música (se combina de todo desde los años 50 hasta hoy en día). La clientela aquí sí que es más estándar, no es tan variada. Heavys y alternativos conforman la mayoría de la parroquia.

En fin, que me da mucha pena que me cierren estos sitios, sobretodo ahora que empieza el verano, ya que me las prometía muy felices yendo a estos sitios. ¿A dónde iré ahora?. Menos mal que aún nos queda el Bluesville. Y si no, tendré que hacer de tripas corazón y dejarme caer por los pubes de reggaeton, salsa y grupos españoles de moda (la idea no me atrae nada).

Mientras tanto, elevaremos una plegaria por estos dos santos locales que se nos van, y nos despediremos de ellos como se merecen.

jueves, 15 de junio de 2006

Pereza


Ando últimamente con el tono vital bajo. No sé si sera'el calorcito que empieza a apretar, las vacacionesa que se acercan o yo qué sé. Pero la cuestión es que todo me da pereza. Y cuando digo todo es todo. Incluso lo que más me gusta. Me cuesta decidirme por tomar cualquier iniciativa, incluso salir a dar una mísera vuelta. Pensar en hacer algo hace que me invada una terrible desgana. Yo, que soy un lector empedernido, me descubro buscándome excusas para no leer nada hoy. He conseguido, tras una lucha titánica conmigo mismo, sentarme a escribir estas líneas (aunque me doy cuenta de que mis últimas entradas no son las mejores, y tengo a Salomé abandonada). Hasta me cuesta querer a mis seres queridos.

No negaré que es una sensación muy agradable la de no hacer nada, y de hehco viene muy bien de tanto en tanto. Pero es que la modorra que llevo encima no es normal. Supongo que más adelante la cosa revertirá y entraré en un estado de hiperactividad extrema. Mientras tanto me tumbo a dejar pasar el tiempo y a perderme en mis reflexiones superficiales, dejando que la marea del tiempo me lleve a playas más activas.

martes, 13 de junio de 2006

Estoy harto

El satélite lo demuestra: existimos

Estoy harto de que en los medios de comunicación nacionales no aparezcamos para nada. Somos las islas en la sombra. Me explico. Siempre que es fiesta en algunas comunidades y en otras no (como por ejemplo el lunes de pascua), suelen decirse cuáles son esas comunidades que están de fiesta. Todas menos Baleares. Siempre pasa igual. Hoy mismo, en el telediario de TVE, hablan de la selectividad que ha empezado hoy en muchas partes. Aquí también, pero no nos han citado. Y eso mosquea un poco. Porque que ocurra una vez tienen un pase (un despiste lo puede tener cualquiera), pero que este olvido sea sistemático es hartante. No es que sea muy patriota (más bien no lo soy nada), pero esta clase de hechos son los que hacen que una región no se sienta unida al resto de su país. A veces llegó a dudar de cuál es mi país, porque, visto el caso que nos hace España, podría muy bien no serlo.

Otro tema es el de la información meteorológica. El hombre del tiempo se coloca encima de las Baleares, y muchas veces sólo podemos saber el tiempo que va a hacer aquí cuando el hombre se inclina para señalar Galicia y deja ver tras su trasero algunas de las islas y de los símbolos que tenemos encima (que, por otra parte, nunca aciertan).

La cuestión no es que hablen de nosotros (que sí lo hacen, para hablar de las vacaciones del rey, de los triunfos de Nadal o de los fenómenos luctuosos que aquí tienen lugar), ya que para informarnos tenemos nuestros medios locales. Lo que pasa es que se produce un agravio comparativo ante otras regiones que sí que son citadas y que, se supone, no son muy distintas a nosotros. A lo mejor es el mar, que hace que parezcamos muy alejados.


Pero pensándolo un poco mejor, tal vez no esté tan mal que nadie nos haga caso, ya que así pasamos más desapercibidos (y esto, para lo bueno y para lo malo).

En fin, que buena suerte para todos los que estén de selectividad, tanto los baleares como los españoles no baleares. Este deseo lo hago extensivo a todos los que estéis de exámenes. Suerte a todos.

P.D. A los que os estáis examinando y leyendo esto: poneros a estudiar y no os entretengáis mirando las chorradas que escribo, que luego suspendéis y no podréis disfrutar del verano. Hala. Después de la bronca, me despido.

lunes, 12 de junio de 2006

Poderes


No entiendo a la gente que no cree en los poderes que los humanos podamos tener. Yo, y a buen seguro que también ellos, lo he sentido muchas veces. Basta con que según quien (lógicamente, no todo el mundo tiene poderes, sólo unos pocos elegidos los tienen) se cruce por mi campo visual (e incluso por mi campo mental) para que mi corazón de un vuelco y se acelere, sienta las tópicas mariposas en el estómago, y me ponga a hacer más tonterías de las habituales. Además, algunas de esas personas no saben que operan estos efectos en mi. Para que luego digan que no existe eso de los pderes. ¿Hay acaso un poder mayor?

domingo, 11 de junio de 2006

Antònia Font. Wa Yeah!



Cuando hace ya tiempo hablé de este grupo, no pude poner ningún video, puesto que no hubo forma de encontrar nada. Pero ya se han decidido a poner algo en youtube.com y aquí lo pongo para ilustrar la entrada que corresponde a Antònia Font. Se trata de la canción Wa Yeah! de su último disco, que se titula Batiskafo Katiuskas, y, persnalmente, me encanta y me da un tremendo subidón.

sábado, 10 de junio de 2006

41 de Mayo


Ayer fue 40 de Mayo. Y ya sabéis lo que se dice, que hasta el 40 de Mayo no te quites el sayo. Pues bien, hoy es 41 y está lloviendo. No hace frío, pero ha refrescado un poco. No debería de haber recogido el sayo ayer. para que luego digan de la sabiduría popular. Y aún no he pisado la playa, cuando otros años a estas alturas estaba harto de la arena, las medusas, los guiris y demás fauna playera.

viernes, 9 de junio de 2006

Wonderbrass

Los Wonderbrass en plena actuación

Hoy me apetece hacer publicidad de este excelente grupo. Se llaman Wonderbrass y tocan por algunos bares de la isla con éxito creciente (no sé si alguna vez han cruzado el charco, pero ya va siendo hora de que lo hagan). Son uno de esos grupos que disfrutan haciendo música, que son una reunión de buenos amigos que se juntan para hacer lo que más les gusta , y que lo hacen por puro amor al arte (aunque a buen seguro que pueden vivir de ello). Se trata de cuatro tipos que tocan instrumentos de viento (tuba, trompeta, clarinete, saxofón) y batería. El tipo de música que hacen es difícil de clasificar, ya que son capaces de trasladarnos al Nuevo Orleans de los años 30, hacer un tema funky o versionear cualquier tema como un ska o un reggae. Hacen versiones de canciones tan conocidos como When the saints go marchin' in (con la letra cambiada, eso sí, y suele ser la traca final de sus actuaciones), o Just a Giggolo, Tu vou' fa l'americano (genial la version que hacen) o el quiero ser como tú del libro de la selva. También entremezclan temas propios, aderezándolo con comentarios, chistes y números cómicos al más puro estilo del cine mudo (o el propio de los hermanos Marx). Para redondear sus actuaciones, se visten al estilo propio de esas épocas, haciendo que la audiencia crea estar en un tugurio de esos años 20 y 30.


Algunas veces tocan en bares donde la gente es más o menos ajena a ellos, y al principio no parecen prestarles mucha atención. Pero poco a poco van metiéndose a la gente en el bolsillo y hacen que les atiendan, llegando a una especie de clímax final con participación pública y todo. Los he visto alguna vez y no dudo que volveré a verlos (prácticamente todas las semanas tocan en algún lado, a veces incluso varias veces). Tal vez acabe convirtiéndome en uno de sus incondicionales, que los tienen, una especie de gruppies que van allá donde actúen, porque la verdad es que pocas veces he disfrutado tanto como con estos tipos.

Si alguna vez os acercáis por Mallorca, intentad enteraros de si actúan cerca de donde estéis, por la verdad es que merecen la pena si uno quiere divertirse un rato escuchando buena música.

martes, 6 de junio de 2006

Frases


A veces las mejores frases son esas que consiguen expresar lo inexpresable. No es que lo logren al cien por cien, pero de algún modo consiguen abrir una puerta entre lo que está ahí y que no se puede decir, y las palabras. Creo que existe un abismo entre el lenguaje y la realidad (sea lo que sea eso), y también pienso que hay muchas cosas que las palabras no pueden decir, que nuestros idiomas son insuficientes a la hora de comunicar. Y la gracia de estas frases es que nos hacen creer, por momentos, que sí, que es posible que el lenguaje llegue a las profundidades más abismales, donde se encuentran los fundamentos del mundo, y que le están vedadas.

Muy a menudo, estas frases se dicen casi sin querer, camufladas en un discurso que en apariencia les es ajeno. Son casi inconscientes. Pero cuando se llega a una de ellas, es como arribar a un nuevo continente, te abren todo un sinfín de posibilidades, permiten nuevos pensamientos, y sugieren multitud de ideas curiosas.

Todo esto no es más que una introducción para exponer una de esas frases. La pronunció mi profesor de estética, Mateu Cabot, en medio de una clase, para ilustrar precisamente esa idea que he intentado plasmar aquí, y que también (y tan bien) pensó el genial Ludwig Wittgenstein. Desde que fue pronunciada revolotea en mi cabeza, y son muchas veces las que he tenido que usarla, sugiriéndome muchas de mis ideas fundamentales. La frase en cuestión es la siguiente:

"Cuando en una relación hay que llegar al extremo de decir te quiero, es que algo falla en ella".

A simple vista parece una tontería, incluso mucha gente no está de acuerdo con ella. Pero a poco que uno se para a pensarla, repara en la profundidad que estas palabra esconden, y que tal vesz sólo se pueda expresar de esta manera.

lunes, 5 de junio de 2006

El retorno



Aquí estoy de vuelta, tras unos cuantos días sin volcar nada en este blog. Han sido motivos ajenos a mi voluntad (bueno, no tanto) los que han impedido que escribiera algunas de las cosas que pasan por mi cerebro, mi corazón y mis tripas. En uno de esos momentos osados de mi vida, se me ocurrió hacer una actualización del sistema operativo de mi portátil (en concreto, quise pasar de Kubuntu Breezy a Kubuntu Dapper, que es la última versión de este sistema operativo). En teoría, actualizar es muy sencillo, se hace todo vía internet, y sólo hay que aceptar un par de cosas. Pero algo se torció en el camino, y me quedé sin el nuevo y sin el viejo. Solución: al más puro estilo Windows, formatea y reinstala. Pero, maravillas de la técnica, al reinstalar he tenido que volver a hacer funcionar la tarjeta wireless del ordenador. Y esto es lo que me ha enredado más. No había forma de ponerla en marcha. Me ha llevado más de una semana y varias reinstalaciones conseguirlo. Pero ya está. Ahora funciono con Dapper y la wireless a tope. Y la verdad es que ha valido la pena, porque el nuevo Kubuntu tiene muchas cosas interesantes.

Es un poco complicado esto del software libre, pero poco a poco va mejorando, y creo que ya le queda poco para ser compatible con cualquier clase de usuario. Entonces llegará el momento en que pondremos en aprietos al señor Gates (y por las noticias que oigo y leo, parece que se lo ve venir). De momento, hay que sufrir problemas como los que me han tenido ocupado estos días pasado. Es desesperante ver como ninguna de las posibles soluciones que se ofrecen por la red funcionan (he estado a punto, más de una vez, de tirar el portátil por la ventana y mandarlo todo al carajo), pero mientras tanto se va aprendiendo de informática y del sistema operativo en cuestión. Y el subidón que te da cuando por fin logras que todo fu ncione como antes también vale la pena. Quien algo quiere, algo le cuesta.

Eso es todo por hoy. Espero poder volver a retomar el ritmo casi diario de posteo. Saludos a tod@s.