martes, 14 de febrero de 2006

Niños


Trabajo con niños. De todas las edades. A veces llegan a crispar, y otras son adorables. Cuando más me gustan es durmiendo, sobretodo los más pequeños, de dos años para abajo. Se les ve tan tranquilos, sin preocupaciones, serenos. Transmiten paz sólo de verlos (y algo de envidia, para qué negarlo). Si de verdad existe el sueño perfecto, ese es el de los niños. Me encanta verlos mientras duermen, y muchas veces da cosa perturbarlos en esos momentos. Que aprovechen ahora que pueden dormir bien.

2 comentarios:

Javier Das dijo...

...que suerte dormir sin preocupaciones.... que suerte que vayas a clase y te obliguen a dormir....

El Pez Martillo dijo...

En clase a veces se duerme, pero no porque te obliguen (¿O sí?)